miércoles, 2 de junio de 2010

Viejo pecado: LA GULA Nuevo pecado: DESÓRDENES ALIMENTARIOS



Viejo pecado: LA GULA
Nuevo pecado: DESÓRDENES ALIMENTARIOS

¿Alguna vez te hicieron sentir gorda, incluso cuando sabías que estabas en tu peso? Hay vendedoras de ropa que tienen esa vil capacidad: ¡te destrozan el ánimo! Es que en talles mínimos hasta la chica más delgada se siente extra-large. Claro, de esa imagen lánguida, extremadamente delgada (¡e imposible!) que venden surgen varios problemas. Están las que apenas pellizcan una galletita de agua, otras que comen tanto que después se provocan el vómito, las que alternan entre un extremo y el otro y las que se subieron al caballo de la supuesta vida sana e inauguraron un nuevo desorden alimentario: la ortorexia. “Es una obsesión patológica por consumir sólo comida orgánica, vegetal, sin conservantes y sin grasas. Algunas personas eliminan por completo las carnes, otras sólo comen frutas, y las más estrictas no comen alimentos cocidos, sólo crudos”,. Obviamente, si tienen un espacio en el jardín o en el balcón, arman su quintita., es innegable que menos conservantes equivalen a más salud, pero hay límites porque si no las manías se convierten en obsesiones... Las ortoréxicas se complican la vida a niveles increíbles: si las verduras no están cortadas de determinada manera corren el plato hacia delante con carita de asco y se quedan sin cena, por ejemplo. “Para ellas no hay mejor forma de cocinar que sobre cerámica o madera. Esto forma parte del ritual obsesivo”. Y, como en todo dogma extremista, en la persona que no cumple con esta dieta autoimpuesta aparece un enorme sentimiento de culpa, coronado por dietas más estrictas o ayunos.

Y, obviamente, no podés vivir a lechuga orgánica cruda cortada en juliana sobre tabla de madera. Si sos equilibrada, permitíte una hamburguesa doble con condimentos de vez en cuando. Si darte un gusto te pone de buen humor, ¡eso sí que es sano!


Dina, la tocaya.
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