A veces, les soy sincera, leo tantos tantos textos e información espiritual, esotérica, energética.............que necesito un descanso de todo lo mundanamente confundido y confuso, y es como si mi inconsciente tomara posesión de mi................cosa que soy muy consciente de ello, y me desvío a ser de lo más intolerante, apática, aislada, y hasta enojada con el mundo que no quiere entender que las cosas deben de ser más fáciles que todas las explicaciones tan garigoleadas de expertos y trabajadores de la luz. No me lo tomen a mal...............es gente increíblemente vibrante, amorosa, que llena a la gente de sabiduría y de comprensión............y les agradezco sus enseñanzas y sus textos.
Eso si, se me quedó muy grabado algo que leí hace mucho, y que quise aplaudir.................ser trabajador de la luz, no es solo leer y escribir sobre temas de energía, cuántica, ascensión, amor incondicional, etc, etc.
Un trabajador de la luz, es aquella persona que hace cambios positivos para la gente, que utiliza su luz y sabiduría para dar lecciones y aprendizajes, que hace diferencia en las vidas de otros, sale y trabaja con la gente para su bienestar. Ahí, no se si sentirme menos, si agachar la cabeza, si preguntarme ¿Y yo que he hecho por este mundo? ¿Si me muero mañana, habré hecho diferencia en alguna vida para acarrear esa luz hacia otros y lograr que se expanda, como si fuera semillas que se han sembrado para que florezcan y contagien de sabiduría a otros?
OUCH, ¿me llevará esta confesión al infierno?
jajajajaja No, porque no existe.
Simplemente hay momentos que son normales para todo ser humano, donde entra a frecuencias más bajas, donde toca temas, sensaciones, experiencias y emociones con vibraciones más bajas y negativas, hasta incoherentes.................pero eso solo nos ayuda a aprender y experimentar lo que son esa parte oscura de la vida, y por naturaleza, nos empuja a tratar de elevar nuestra vibración y empezar a vivir en la luz.
Y cuando camino fuera de MI curso, me desvío un poco...............respiro, absorbo, aprendo, y vuelvo a entrar a mi frecuencia de luz.
Dina Sasson
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