En la vida tenemos viajes, aventuras, y caminos que nos están esperando y debemos de tomar para expander nuestro horizonte espiritual. Entre más conocemos y nos exponemos a diferentes costumbres, filosofías, culturas, y formas de pensar y vivir, más abiertos estaremos para darle la bienvenida a los retos y nuevas oportunidades que vengan hacia nosotros. En esta vida, para conocer ampliamente debemos movernos y trasladarnos ya sea físicamente o mentalmente.
Si no damos el primer paso, por miedo, limitaciones, o indecisiones que podamos tener, nunca llegaremos a completar nada. El miedo al fracaso futuro o a las críticas conectadas con nuestro pasado hacen que nos paralicemos y no nos podamos empapar de la libertad ni que enfrentemos nuestro libre albedrío para escoger y vivir lo que venga. Pensamos tanto las cosas y permitimos que los miedos del inconsciente decidan lo que puede o no suceder, o lo que podemos lograr o no. Con programaciones instaladas en nuestra mente no damos el primer pasito, que es todo lo que toma para poner en movimiento la energía de acción en nuestra vida. Una gran obra, un gran éxito, o una enorme meta, por más importante, intimidante, o impactante que sea para nosotros, se empieza siempre de la misma forma, con un pequeño pasito. Aún cuando hay caídas o momentos de descanso, con ese primer pasito lo que logramos es empezar el movimiento hacia el avance.
Dina Sasson.© Copyright. 4/12/2011
