Nota compartida por una persona especial, Idette.
Fue el invierno más frío de la historia. Muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespines, dándose cuenta de la situación, decidieron agruparse. Estaban cubiertos y protegidos, pero las púas de cada uno herían a su compañero más cercano. Después de un tiempo, decidieron tomar distancia, y comenzaron a morir, solitarios y congelados. Así que tuvieron que hacer una elección: o bien aceptar las heridas de las punzadas de sus compañeros o desaparecer de la Tierra. Sabiamente, decidieron volver a estar juntos. Aprendieron a vivir con las pequeñas heridas que fueron causadas por su estrecha relación, porque la parte más importante era el calor que viene de los demás. Ellos fueron capaces de sobrevivir.
La mejor relación no es la que reúne a gente perfecta, es la que se forma cuando las personas aprenden a vivir con las imperfecciones de sus compañeros y admirar las buenas cualidades de los demás.
La moraleja de la historia:
APRENDER A AMAR LA PUNZADAS EN SU VIDA.
