domingo, 28 de febrero de 2010

Tanques de Guerra en la Ciudad

Vamos por la vida con los ojos medio cerrados, para ver lo que nos conviene, y lo que no nos gusta lo dejamos de ver. Así como si fuera un programa de photoshop en la pantalla de la vida, y retocamos el medio ambiente con difuminador. Claro que siguen ahí las cosas que no nos parecen.....¡Y mira que siguen ahí en nuestras carotas! Contaminación, agresión, violencia, asaltos, niños de la calle sufriendo, basura por todos lados, y bueno la lista es interminable,y simplemente desenfocamos y difuminamos. Y nos acostumbramos a vivir ignorando todo. ¡Hasta el sufrimiento de otros ya nos hace sentir indiferencia y hasta se nos hace normal!

Pero yo no quería hablar de como vamos decorando nuestro medio ambiente con la mente........Ha si, era de la guerra en las calles.....¿Qué no has oído de eso todavía? Es que seguro eres uno de los soldados, pero inconsciente de serlo. Y es que en una ciudad como el D.F. y muchas otras urbes por todo el mundo, donde hay muchísima gente, se pierde el interés por los demás. Se olvidan los modales, los valores humanitarios, la ética personal y profesional, y más que todo la cortesía. ¡Es que no hay tiempo para eso! ¡No molesten! ¡Si no nos apuramos no llegamos! ¡Quítense de mi camino! ¡¿Queeeé, eres una tortuga?! ¡Muévete! ¡Idiota! (Estoy siendo linda, claro). ¿Que no ves que no tengo todo el día?

Desde mucho antes que nos entreguen un tanque de guerra (los coches que proveen tanto oxígeno a nuestro planeta) a los adultos, a los que lo puedan comprar, o a los que se atrevan a ser parte de la guerra, es de nuestros padres donde aprendemos las reglas de la guerra, ya que ellos son nuestro ejemplo a seguir. (Les advierto que yo no soy nada tímida en mi tanque.) Estas reglas todos las conocemos, aunque nunca han sido escritas, y se aprenden por osmosis. *IMPORTANTE LEER

1. Debes de ir mas rápido que los demás para que nadie se te ponga enfrente y te obligue a ir más lento. Tu debes llegar antes que todos, aún si no van todos al mismo lugar.

2. No importa si hay carriles, lo importante es avanzar, como de lugar. Si no ves carriles, inventa uno, el que tiene derecho de vía es el tuyo.

3. Si el semáforo está en rojo y no viene nadie, se vale pasártelo. Los otros tienen la obligación de ser cuidadosos.

4. El que viene más rápido tiene el derecho o preferencia de paso. Ya sea desde una avenida, callecita, callejón, o garaje.

5. Por ninguna razón dejes pasar a nadie y menos peatones, porque esto te quita poder, y tienes que enseñar que tu eres el que manda.

Puede sonar chistoso lo que les estoy contando, pero lo triste es que la gente actúa como si las reglas anteriores fueran ciertas. La gente se interesa más en demostrar su ego, que demostrar la decencia.

Y es que realmente nuestros coches se han vuelto unos tanques de guerra, con los que nos desquitamos de lo que no podemos decir frente a frente a alguien. Vamos por la calle sin ver las caras, de forma inconsciente creemos que lo que tenemos frente son pedazos de metal que se mueven solos. No nos queremos dar cuenta que lo que hay dentro de esos pedazos de metal, son personas que sienten, viven, respiran, y tienen familia igual que nosotros mismos. Son amigos, hermanos, padres, madres, etc. Los coches se han vuelto los caparazones que defienden nuestros egos, y esconden nuestras debilidades o fragilidad.

¿Y qué si fuera tu hijo o tu padre el que estuviera en ese pedazo de metal frente al tuyo? ¿Lo insultarías y le aventarías la lata, como dicen acá? ¿O lo dejarías pasar y hasta le ayudarías a que no se distrajera?

PARA REFLEXIONAR

¿Que si insultaras de forma grotesca al coche de al lado y cuando te voltearas a ver a la persona, te dieras cuenta que es el director de la escuela de tui hijo o es tu jefe?

¿Que si fueras rapidísimo, y no dejaras pasar a los peatones frente a ti, porque vas tardísimo..........y cuando te fueras acercando te dieras cuenta que es tu hija y sus amiguitas o tu vecina que te conoce muy bien?

¿Que si tu coche fuera rápido, pero como le acaban de arreglar los frenos prefieres no parar por un animal que se te cruza en el camino, y al darle el golpe te das cuenta que era la mascota de tus hijos, y tus hijos lo vieron todo?

Cambian las cosas con esta perspectiva, ¿no? Debemos aprender a regar más energía pacífica y constructiva para que sea eso lo que nos regrese en la vida. Tenemos que ser mas decentes y humanitarios con la gente que no conocemos, para que otros lo sean con nuestros hijos el día de mañana.

¿Queremos seguir saliendo a la guerra cada mañana que salimos en nuestros coches?
¿O queremos paz y armonía para el futuro de nuestros hijos?


*(El texto enumerado no son reglas de vialidad y deberían ser sancionadas. Cuidado con los jóvenes que repiten los comportamientos de adultos, que los exponen a peligro).

Facilitadora de Resonance Repatterning Dina Sasson
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